Samuel Li, alumno de CEPA Caligrama y dibujante aficionado, nos remite este texto titulado «Consejos para crear un cómic», en el que no solo nos ofrece una serie de recomendaciones sobre aspectos técnicos y creativos relativos al proceso de elaboración de un cómic, sino que además, y gracias a las ilustraciones que ha elaborado especialmente, nos permite adentrarnos en la mente de un ilustrador y, sobre todo, disfrutar de su arte.
Agradecemos a Samuel esta colaboración con la revista de CEPA Caligrama y le auguramos muchos éxitos.
CONSEJOS PARA CREAR UN CÓMIC
Por Samuel Li
1. Una reflexión sobre la plumilla de dibujo, que posiblemente sea la herramienta de dibujo más utilizada por los profesionales.
Es muy versátil, tiene una gran variación de trazo, suavidad envidiable y una precisión inmejorable. Con ella realizarás las líneas finales.
Eso sí, dominarla no es nada fácil.
2. Hablemos de la tinta China. ¿Qué haces con una plumilla sin tinta? La tinta es como la sangre para la plumilla.
Su opacidad y suavidad es única.
3. Un punto importante es el papel. Espera, ¿esto no lo tenemos todos en casa? Sí, pero no el adecuado. El papel es como el mundo en el que creas tus historias. Un buen papel debe tener un gramaje mínimo de 110. Satinado y de grano muy fino. Con un tamaño de, por lo menos, A4
4. No hemos de olvidarnos del rotulador punta pincel. Habrá momentos en los que necesites rellenar de negro grandes espacios en blanco, trazar gruesas líneas o escribir potentes onomatopeyas. Básicamente necesites un pincel. Pues aún mejor que eso, es el rotulador punta pincel recargable. Su nombre lo dice todo.
5. Por último, unas palabras acerca del rotulador calibrado. Para trazar las cúbicas viñetas, realizar las líneas de acción o dibujar rectas ciudades. El rotulador calibrado , con trazo invariable y gran rigidez, es el indicado.
Ahora sonará irónico, pero sinceramente no es necesario todo esto. Realmente puedes hacer un cómic con solo un folio y un boli, como hizo Art Spiegelman con su cómic MAUS.
Lo que quise compartir fueron herramientas que no solemos tener y son tremendamente útiles, pero no indispensables.
Pienso que la herramienta no hace al artista, pero sí le ayuda.