Los alumnos del Taller de Prensa han dejado que su mente fluya y nos han dejado algunas profundas reflexiones en forma de monólogos.
Aquí os dejamos algunos ejemplos.
Por Jesús Benito García
Se lo digo o no se lo digo. No se lo digo. Y si no se lo digo. No se lo digo. Bueno, se lo digo. Tengo que decírselo. Mejor no se lo digo. ¿ Por qué iba a decírselo?¿ Cómo se lo digo? Estoy nervioso. Nervioso. ¿Nervioso? Tengo que relajarme. Relajarme. Me relajo. Estoy relajado. Mi mente vacía. Vacía. Mi mente está vacía. Los días corren. Corren los días. Los días han corrido. Han corrido los días. Cuando la vea se lo diré.
Por Rosa María Feberero
¿Cómo hemos llegado hasta aquí? No está bien, es delito, es inadecuado, vergonzoso, pero inevitable. Entro en un comercio y presto atención, solo hay un comprador delante del expositor, la cajera está con la vista en la calle. Miro hacia arriba hay dos cámaras apuntando a izquierda y derecha. Aquel rincón queda fuera del alcance del objetivo. Me acerco y veo productos insecticidas, mata ratas, disolventes, pinturas….Da igual lo que sea, introduzco una pequeña brocha en el bolsillo de mi gabardina, doy media vuelta y me dirijo a la puerta de salida. Mi corazón late con fuerza. Una vez fuera, me inunda un placer indescriptible, me siento grande, feliz. Entro en el portal de mi casa y al sacar las llaves del bolsillo, mi mano toca la pequeña brocha, siento como el calor sube por mi pecho hasta mis mejillas, dejo la brocha en la jardinera y entro en el ascensor. Mañana, sin falta pido cita al terapeuta.
Por Mercedes Canoura
Termina el año, acaba. Pasaron los días, semanas, meses, finaliza. Hay situaciones que prosiguen , no acaban. Vamos, venimos, rodamos, volvemos , no repetimos. No sé si termino o comienzo. Veo el principio, siento el final. Comienzo de nuevo. Vuelta a empezar.