En España se hacen dos cambios de horarios al año, concretamente en los meses de marzo y octubre. Este cambio se lleva a cabo en todos los países de la Unión Europea, y es la propia Comisión Europea la que fija dicho sistema que tiene como finalidad adaptar la actividad laboral al ciclo de luz solar, con este aprovechamiento de luz solar se pretende depender menos de la electricidad. Este cambio de horario se empezó a realizar por los ingleses en la Primera Guerra Mundial, el llamado DST (Daylight saving time), para ahorrar carbón, posteriormente se siguió empleando sobre todo para reducir la crisis del petróleo de los años 70.

En realidad, el resultado del ahorro no es tan grande como se espera, porque los   españoles hacemos todos los años el ritual del cambio de hora, como nos mandan, pero no adaptamos los horarios de nuestras actividades a la hora que se ha modificado. Esta incoherencia se intensifica aún más por nuestras costumbres y modo de vida: “Spain is different’. Y aunque la sociedad española ha evolucionado, en general vamos  a contracorriente del resto del mundo en algunos aspectos, realmente somos diferentes.

Los horarios que tenemos son totalmente distintos que los europeos. Empezando por las comidas, que dicho sea de paso lo llevamos fatal.  Desayunamos, poco y mal, pero la comida la hacemos muy tarde al igual que la cena. Nuestras jornadas laborales son muy largas, no se sale del trabajo antes de las siete. Los comercios, las tiendas e incluso los programas de televisión tienen unos horarios más tardíos con respecto a otros países. En general somos muy nocturnos.

Aparte de quitarnos el sueño,  con   el ritmo de vida español  es muy difícil conciliar la vida laboral y la personal. Mientras en el extranjero se come en 45 minutos, los españoles parten la jornada laboral y dedican hasta dos horas a una abundante  comida. Esto lleva a que, se sale más  mucho mas tarde  del trabajo , llegando a casa ya totalmente cansado .

En resumen deberíamos modificar las horas de las comidas , cenando temprano y así por la mañana tendríamos hambre como para hacer un  sano desayuno completo . Para empezar , se podía tomar como ejemplo los inventos de algunos otros países . Por ejemplo  ;EL  “Brunch,” , unión de «breakfast»  y «lunch», -palabras inglesas que significa desayuno – comida .  La Comida  como  conocemos e es lo que comemos en España hacia el mediodía  o almuerzo de manera que se adelantaba la hora de comida y se hacen dos comidas en una  .

Después tenemos  otra opción ,la famosa hora del té,  una costumbre tradicional británica en la que se toma  el  el té , alrededor de    las cinco de la tarde . Mas o menos  seria  equiparable , a la hora de nuestra española merienda. Se puede acompañar el té con dulces ,  pastas, pasteles , tartas  ,  galletas de diversos surtidos  o scones que son una especie de panecillos que contienen mermeladas de distintos sabores junto con una crema de nata .   Alimentos salados como  los sándwiches de pepino, huevo, salmón, roastbeef y mostaza, queso o tomate . Una autentica delicia para no poder resistirse. En realidad es  una cena ligera y adelantada al horario más usual.

Curiosamente, la inventora de esta costumbre fue la  Duquesa de Bedford. Un día,  decidió que no aguantaba hasta la hora de la cena sin comer algo, así que pidió  que le preparasen un tentempié. La idea le gustó tanto que la convirtió en una costumbre, y empezó a invitar a sus amigas para que la acompañasen ideando los “ tea parties”.  Extendiéndose esta modalidad desde la  burguesía y  a la clase obrera, formando ya un clásico tradicional inglés .

En resumen, opino que la mejor opción es imitar a la Duquesa,  los españoles nos  adaptaríamos mejor  a un horario y una vida más acorde con los demás países ,se empezaría  por instaurar el te y sustituirlo por la cena. La práctica de esta costumbre nos aportaría unos hábitos más saludables además de ahorrar energía. En definitiva ¿Quién se puede resistir a unos manjares tan exquisitos ,  comparadas con el triste bocadillo español? Y si se acompaña  esta merienda – cena , entre amigos  el éxito estaría completo .

Decidido, hay que adoptar la hora del té, en España, teniendo previamente en cuenta que para hacerlo bien no se debe de soplar el té ,para que  se enfríe, ya que se  considera  de muy mal gusto , según los ingleses . Aprender definitivamente que la “happy hour” empieza a las cinco de la tarde. Y como dicen los ingleses; Un té, lo arregla todo.

Nieves Merino